EL SECTOR Adaptación a un nuevo contexto Creación de valor compartido Seguridad, eficiencia y experiencia Ni el tren ni el vehículo: la movilidad Adaptación a un nuevo contexto La economía global está cambiando el paradigma. Aspectos como los populismos, la globalización 3.0, la digitalización, la sostenibilidad, la incertidumbre, el futuro del trabajo o las desigualdades regionales están obligando a replantear objetivos y estrategias. Y es en estos tiempos turbulentos que los clústeres pueden ofrecer la mejor ayuda a las organizaciones inmersas en este escenario tan confuso. La proximidad, la variedad y la colaboración pueden ser los ingredientes secretos de una receta muy apetecible para la enorme masa crítica que es el mercado de la movilidad y la logística multimodal. Seguridad, eficiencia y experiencia El tren aún tiene la clave del futuro de la movilidad. Pero debe articular su oferta y su desarrollo en base a tres palancas: la seguridad (monitorización y control), la eficiencia (optimización de las operaciones) y la experiencia (la orientación al usuario con un enfoque de servicio público). Y solo la tecnología es capaz de combinar todas estas capas y ofrecer soluciones de valor y en el corto plazo. La digitalización del negocio mediante aplicaciones inteligentes, la convergencia de datos en plataformas digitales, y la hiperconnexión de todos los activos de la infraestructura son imprescindibles en este desafío. Creación de valor compartido El negocio no es negocio si no hay beneficios para las personas. Este es la filosofía del shared value, una línea de pensamiento económico que pone en el centro de los objetivos empresariales a la gente. De hecho, está demostrado que la creación de valor para las personas y su entorno es sinónimo de creación de riqueza económica. El sector de la movilidad y la logística debe empezar a recorrer el camino del shared value. Aspectos como la inclusividad, el impacto ambiental, la seguridad de los empleados o el uso racional de los recursos pueden convertirse en una ventaja competitiva de primera magnitud. Ni el tren ni el vehículo: la movilidad Uno de los retos esenciales es el de olvidarse del concepto de “medio de transporte”. El usuario ya está superando la fase de la necesidad de escoger un medio u otro. Lo importante es como se desplaza de una manera segura, rápida, sostenible y económica. Y lo mismo con las mercancías. Numerosos proyectos están aflorando para superar las numerosas barreras que aún hoy suponen un freno a la multimodalidad. El transporte autónomo, las estrategias MaaS y las tecnologías como la IA o el IoT, son elementos claves para romper el mindset del mercado, que no del usuario.